El expositor reflexionó sobre una correcta iluminación, la cual incrementa las ventas y la productividad de las oficinas. Expuso varios casos de estudio como Zara, Mango, Cartier, Benetton, Victoria Beckham, Imaginarium y Gruppo C14, entre otros.
Los espacios dentro de la tienda deben ser escenarios y, los artículos, objetos de deseo por parte de los clientes. La iluminación induce a fijarse en ellos, dando un plus sobre las zonas o productos bien iluminados.
Las técnicas de iluminación, ya sean básicas o provocativas, son aplicables a cualquier punto de la tienda, además de la vidriera. Por ello es muy importante disponer de una calidad y cantidad de luz adecuada.
Disponer de una mala calidad de luz tiene un costo elevado y negativo (amarillenta o muy tenue, mucho consumo y poca efectividad). Inciden también otros factores negativos como pueden ser lámparas o equipos que irradien un exceso de calor, provocando a su vez mayor consumo de energía al necesitar más aire acondicionado.
Un consumo eléctrico que no corresponde a la potencia de luz que emite conlleva un gasto de energía innecesario, mientras que la mala calidad de reproducción cromática distorsiona los productos, lo que en más de una ocasión produce rechazo a la compra por parte del cliente.
Iluminación en oficinas
Si bien el ser humano tiene una gran capacidad para adaptarse a las diferentes calidades lumínicas, una deficiencia en la misma puede producir un aumento de la fatiga visual, una reducción en el rendimiento o un incremento en los errores. Aproximadamente el 80 % de la información que recibimos se procesa a través de la vista. Eso hace que la visión sea quizás el sentido más importante en el entorno laboral y que la elección de la iluminación tenga un significativo impacto en el adecuado proceso de la misma.
Las soluciones lumínicas deberán ser cada vez más profesionales si se desea lograr unos entornos más confortables y eficaces.
La actividad fue dirigida a estudiantes, docentes, arquitectos, diseñadores de interiores y público en general.