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Notre Dame y la emoción patrimonial

17/04/2019
La tarde del lunes 15 de abril de 2019, el mundo entero se detuvo al iniciarse un incendio sobre la catedral de Notre Dame, ícono de la arquitectura gótica europea y de la capital francesa.
Notre Dame

La tarde del lunes 15 de abril de 2019, el mundo entero se detuvo al iniciarse un incendio sobre la catedral de Notre Dame, ícono de la arquitectura gótica europea y de la capital francesa. El fuego duró más de 15 horas y devastó parte de la iglesia.

El incendio se propagó rápidamente sobre el techo de la antigua catedral, realizado con madera de roble durante el siglo XIII. Durante 15 horas, los bomberos de París trabajaron arduamente para apagar el fuego que consumía la estructura. Mientras que, en el interior de la iglesia, el personal del Ministerio de Cultura de Francia y del Museo del Louvre trabajaban contra el tiempo para preservar el tesoro de Notre Dame.

El mes de abril habrían iniciado los trabajos de renovación, a cargo del Arzobispado de París, que buscaban evitar el deterioro de la iglesia. Se cree que el inicio del fuego fue accidental y se produjo durante la restauración de la cubierta.

El incendio ha provocado lo que el antropólogo francés Daniel Fabre denominó como “emociones patrimoniales”, que están relacionadas con el afecto masivo que produce el patrimonio en la sociedad. Son diversos los motivos que provocan este vínculo entre la sociedad y el edificio, que puede estar relacionado con el paso del tiempo del monumento, sus símbolos, su significado histórico o colectivo.

A partir del siglo XIX la catedral pasó de ser un monumento religioso a un ícono nacional, principalmente por la novela Nuestra Señora de París, de Victor Hugo publicada en 1831.

¿Qué obras albergaba Notre Dame?

Durante los últimos días se ha recordado la gran cantidad de reliquias y obras de arte que reposaban en la iglesia, que en conjunto forman lo que se denominó: el Tesoro de Notre Dame. Entre las reliquias más significativas están: la corona de espinas de Jesús, el fragmento de la Cruz del Calvario, uno de los clavos de la cruz de Cristo y la Túnica de San Luis.

La colección de obras de arte que resguarda el templo, también lo ha hecho un lugar de invaluable significado. Entre ellas se encuentra el gran órgano de cinco teclados y los rosetones de colores en las fachadas. En el interior de la iglesia hay 37 estatuas diferentes de la Virgen María, entre las que se destaca La Virgen con el Niño y La Piedad de Nicolas Coustou de 1712, entre muchas otras.

Las obras de arte más cercanas al área del incendio, como las 16 esculturas metálicas de los 12 apóstoles y los cuatro evangelistas, habían sido retiradas de la fachada antes de iniciar las actividades de restauración, por lo que no sufrieron ningún daño. Entre las estatuas del apostolado se encuentra un autorretrato del arquitecto Viollet-le-Duc, restaurador del templo durante el siglo XIX, que también se conserva en perfecto estado.

¿Qué se perdió durante el incendio?

La mayor parte del área devastada corresponde con los elementos que se agregaron a la catedral durante la restauración realizada a mediados del siglo XIX por el arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc. Durante 20 años el arquitecto, conocido por su legado en la conservación moderna, se dedicó a la depuración de la construcción original del siglo XIV, agregando nuevas estructuras metálicas al edificio gótico, construido mayormente en piedra.

Viollet-le-Duc diseñó la cubierta y la aguja que colapsó la noche del lunes 15 de abril. Se estima que dos terceras partes del techo de la catedral se perdieron, así como también el campanario situado en la parte posterior del edificio. Algunos vitrales fueron sometidos a temperaturas muy altas, por lo que perdieron la estructura de plomo que los sostenía, y los técnicos debieron sellarlos para restaurarlos.

Los lienzos de Charles Le Brun y Jacques Blanchard, que estaban situados cerca del altar, han sido trasladados al Museo del Louvre, ya que fueron dañados por el agua y el humo.

Los expertos del Ministerio de Cultura francés consideran que, aunque el fuego fue detenido, habrá que esperar para evaluar qué ocurre en los próximos días, ya que puede haber un efecto dominó. Las estructuras de la arquitectura gótica eran calculadas al límite de su resistencia, y Notre Dame no era la excepción, por lo que se cree que el incendio podría desestabilizar el conjunto.

La gran pérdida

La aguja de Viollet-le-Duc estaba coronada por una escultura en forma de gallo, elaborado en cobre, que contenía en su interior dos relicarios que albergaban las reliquias de Santa Genoveva y San Denis. El miércoles 16 de abril se conoció que había sido localizada la escultura entre los escombros, pero se desconoce la ubicación de los relicarios.

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