Los trabajos estudiantiles que recoge este anuario, son el resultado de procesos de enseñanza-aprendizaje en los que el alumno propone y desarrolla su proyecto acompañado por el docente que lo guía y cuestiona. En ese trayecto que recorre el estudiante para alcanzar su proyecto definitivo, debe responderse preguntas, superar obstáculos, desafiarse y adoptar estrategias para resolver el problema planteado. El conjunto de decisiones que toma supone descartar opciones, resignar algunos factores para viabilizar otros y establecer prioridades, porque en arquitectura no es posible dar una respuesta que atienda con igual adecuación a todas las demandas que plantea un edificio, un usuario, un lugar. A este rico recorrido creativo hay que adicionar la gradual incorporación de formas de representación y comunicación adecuadas que ilustren al edificio, a las ideas que lo sustentan y a la nueva realidad intervenida. Entendemos que este conjunto de acciones que el estudiante llevó a cabo —las preguntas que se hizo y cómo las respondió, sus dudas, el porte de sus intenciones, la ambición de atender las diferentes condicionantes, la asunción de riesgos— constituye el volumen de su proceso de aprendizaje y crecimiento. En resumen, hay un resultado publicado que revela “metas” alcanzadas... Y hay un resultado “invisible” que es aquel conjunto de reflexiones que revela el alcance del aprendizaje. Arq. Jorge Di Pólito Coordinador académico Universidad ORT Uruguay Facultad de Arquitectura
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