Anales de Investigación en Arquitectura. Vol. 5, 2015. ISSN 2301-1513. Díaz del Campo Martín-Mantero, R. V. 7-20
UNIVERSIDAD ORT URUGUAY. FACULTAD DE ARQUITECTURA
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LENGUAJES DE HORMIGÓN
Con la llegada de los años sesenta la obra de Miguel
Fisac cambió, centrándose a partir de entonces en la
utilización del hormigón como lenguaje estético. En
esos años Miguel Fisac fue uno de los pioneros en la in-
vestigación de dicho material. Preocupado por la expre-
sión de los materiales, el hormigón era el que mejores
posibilidades estéticas presentaba para el arquitecto
(Delgado Orusco, E., 2009). Realizó varios edificios don-
de este insumo se convirtió no solo en un alarde técni-
co sino que fue la piel de sus edificios, dotándolos de
una personalidad propia. Fisac inició en esta etapa un
camino individual en cuanto a su producción, destacan-
do por su excesivo formalismo abstracto; sus edificios
partían de una concepción de arquitectura adintelada y
de las nuevas posibilidades que le brindaba la prefabri-
cación; así comenzó a desarrollar una investigación con
piezas prefabricadas de hormigón armado.
Los ensayos dieron como resultado una serie de piezas
que él denominó «huesos» y que arrojaron unos intere-
santes resultados, siendo el reflejo del estado inicial en
el que se encontraba la industria de prefabricación de
elementos de construcción en España. Estos elemen-
tos responden a la necesidad que se planteó Miguel
Fisac de buscar una solución técnica para poder reali-
zar una cubierta usando el hormigón como material
principal. Se buscaron distintas soluciones para salvar
grandes luces usando para ello elementos prefabrica-
dos repetitivos.
El nombre de «huesos» viene de una curiosa anéc-
dota protagonizada por el arquitecto. Tras haber
realizado los cálculos de las piezas y dimensionar-
las, el elemento resultante le recordaba algo, así
que mandó a su mujer a la carnicería para que traje-
ra distintos huesos de las columnas vertebrales de
animales, y pudo ver cómo afinando al máximo los
cálculos había llegado a un resultado que evocaba la
solución por parte de la naturaleza en la evolución
de la columna (Fisac, M., 1967, p. 9).
El origen de los «huesos» lo encontramos en las ne-
cesidades planteadas por el encargo del Centro de
Estudios Hidrográficos, en Madrid (1960): para el labo-
ratorio de hidráulica era necesario realizar una cubier-
ta de 22 metros de luz (Fisac, M., 1964). Sin embargo,
obras previas del arquitecto dan pistas sobre el naci-
miento de la viga hueca. En el año 1958 Miguel Fisac
realizó un interesante diseño de estructura adintelada
para cubrir espacios de gran luz, se trató de un pro-
yecto para el concurso de la Iglesia de San Esteban, en
Cuenta (1960). El arquitecto planteó una solución para
02.
02.
Pórticos del Colegio Apostólico
de los Padres Dominicos.
Valladolid. 1952.
FOTOGRAFÍA DEL AUTOR