“Según Investopedia, a enero de este año, había más de 4.000 criptomonedas. Y todas tienen propiedades distintas entre sí. Tanto es así, que se podría argumentar que ni siquiera deberían ser consideradas una misma categoría”, asegura Fernando Zimet, docente del Master en Contabilidad y Finanzas, y del Diploma de Especialización en Negocios Inmobiliarios de la Universidad ORT Uruguay.
Entendiendo a las criptomonedas como un medio digital de intercambio para compra de bienes y servicios, surgen diversas interrogantes: sobre su procedencia, valor, regulación, variabilidad, el aspecto medioambiental, entre otras. Tanto Zimet como Emiliano Zapata —Ingeniero en Electrónica graduado de ORT y docente de Taller de Arte Digital 2, de la Licenciatura en Diseño, Arte y Tecnología de la universidad— despejan estas dudas desde sus perspectivas profesionales.
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¿Qué son las criptomonedas?
Zapata: Las criptomonedas son tokens o monedas digitales que tienen diferentes usos y aplicaciones. De base, todas son fácilmente transferibles e imposibles de falsificar, ya que utilizan una tecnología llamada blockchain, con la que las transacciones de estas monedas se almacenan en bloques de datos en una red distribuida en varios nodos que mantienen una copia sincronizada de esta cadena. Además, cada bloque utiliza criptografía para referenciarse al bloque anterior y para garantizar la seguridad de sus datos. Es por este motivo que son extremadamente seguras.
Zimet: Una criptomoneda es un medio digital que se puede utilizar para comprar bienes y servicios, y que no requiere un intermediario y organismo que valide sus transacciones. Utiliza una gigantesca red de computadoras con nodos repartidos por todo el mundo, y con métodos criptográficos para proteger la información contenida en las transferencias de dinero y en la creación de nuevas unidades. Este es el método conocido como blockchain o cadena de bloques.
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¿Se puede considerar a la criptomoneda como una moneda?
Zimet: Es importante marcar las siguientes condiciones de las monedas para cuestionarse si pueden considerarse una o no:
1. Unidad de cuenta y patrón de precios (permite fijar los precios en función de su propio valor).
2. Medio de intercambio (permite intercambiar bienes entre sí, liquidando las diferencias mediante ella, sin cuestionamientos a su aceptabilidad).
3. Medio de pago (sirve para saldar operaciones financieras como, por ejemplo, un crédito).
4. Reserva de valor (permite almacenar poder adquisitivo a lo largo del tiempo).
Con respecto a la mayoría de las criptomonedas, se puede afirmar que cuentan con algunas de las características, pero no con todas.
En primer lugar, prácticamente todas cuentan con la característica de proveer unidad de cuenta y patrón de precios.
En segundo lugar, dado que las criptomonedas no tienen una aceptabilidad universal, las características de medio de intercambio y de medio de pago son, por lo menos, incompletas. A modo de ejemplo, para el ordenamiento jurídico uruguayo, las criptomonedas serían activos y no monedas, por lo que ni siquiera si ambas partes están de acuerdo pueden comprar un bien registrable (propiedad inmobiliaria, por ejemplo). Dicho esto, sí pueden recurrir a la figura jurídica de la permuta.
Finalmente, con respecto a la reserva de valor, dada su altísima volatilidad, en el mejor de los casos esta característica es, de vuelta, imperfecta.
En conclusión, las criptomonedas son, en el mejor de los casos, monedas sumamente imperfectas.
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¿En qué contexto surgen las criptomonedas?
Zimet: La primera criptomoneda, el bitcoin, surge en un contexto de una crisis sin precedentes en las economías desarrolladas, que fue generada por la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos.
En este contexto, los bancos centrales estaban imprimiendo dinero para sacar a las economías del pozo. Esto significaba que la gente, desencantada con el sistema monetario imperante y atemorizada por el eventual crecimiento de la inflación, se encontraba a la búsqueda de alternativas.
Es en este contexto que surge un paper en el que se presenta al bitcoin junto con su estructura de criptografía, que se dio a conocer como blockchain o cadena de bloques, tecnología que se comienza a desarrollar inmediatamente.
Zapata: Por el 2009 aparece un paper anónimo firmado por Satoshi Nakamoto —cuya identidad real se desconoce hasta el día de hoy—, que explica cómo funciona el bitcoin y su programación. Esto ocurre un año después de la crisis del 2008, cuando quedó en evidencia lo insostenible del sistema financiero fiat, en el cual operan los Estados y en donde el dinero no tiene respaldo más que las leyes de cada país.
El bitcoin surge como una alternativa a un sistema financiero en decadencia absoluta. Se presenta como dinero sin banderas, sin regulaciones y comisiones abusivas de entidades, a través de una red descentralizada que no depende de un tercero (Estados o bancos).
Las criptomonedas tienen una implicancia y trasfondo complejo, y no solo económico. Son el instrumento financiero, por lejos, más liberal que existe, y trae consigo impacto en el plano social, político, filosófico y más.
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¿Por qué se dice que la generación de criptomonedas contamina al medioambiente?
Zimet: Depende de cada criptomoneda, pero, por ejemplo, el bitcoin requiere un nivel enorme de electricidad para ser minado. Dado que gran parte de la electricidad surge de fuentes no renovables, tiende a ser sumamente contaminante.
No obstante, si se permitiera algún nivel de intervención de una contraparte central, este problema se podría eliminar, ya que no sería necesaria la minería.
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¿Por qué algunos optan por comprar criptomonedas?
Zapata: Esto puede ser algo subjetivo, pero me animo a ir por las siguientes opciones:1. Lo ven como una inversión, ya que es posible generar ganancia a partir de las variaciones de su precio.
2. Por su utilidad en sí.
3. Por la filosofía de fondo.
Zimet: Al principio, los compradores de criptomonedas eran personas minoristas desencantadas con el sistema económico y financiero global. No obstante, a medida que se popularizó, más y más gente comenzó a interesarse en estos activos.
Entre estos inversores, tenemos desde agentes que creen que las criptomonedas van a desplazar a las monedas fiduciarias, hasta inversores que buscan diversificar sus portafolios. En este último grupo, estamos empezando a encontrar lentamente que agentes tradicionales de las finanzas están empezando a invertir.
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¿Qué implica que las criptomonedas no estén reguladas y que sean de control descentralizado?
Zimet: La ausencia de regulaciones se refiere a que, en la actualidad, los reguladores globales recién están empezando a armar sus primeros esquemas para estos activos.
El que sean de control descentralizado implica que no hay una contraparte sobre la que recaiga la administración del activo. Por ejemplo, si yo tengo una billetera virtual y pierdo mi contraseña de acceso, perdí el dinero, ya que no hay nadie que me la pueda restituir. Asimismo, no hay una contabilidad central, sino que cada uno de los actores del sistema tiene su propio libro de contabilidad diario y el chequeo es que todos los libros contables coincidan entre sí. Por eso es tan seguro.
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¿Su valor se rige en base a "oferta y demanda"? ¿Por qué su valor es tan volátil?
Zapata: La respuesta rápida es que es por lo joven del mercado, y esto implica dos cosas.
Por un lado, el precio de cualquier bien se define por la oferta y la demanda, y oficia como un consenso generalizado sobre el valor de dicho bien. En este caso, que muchas veces los conceptos de fondo de una moneda son complejos, con tecnologías disruptivas e innovadoras y sin regulaciones claras ni antecedentes a tomar como referencia, ese consenso no es tan fácil de alcanzar.
Por otra parte, la mayoría de sus integrantes son retail investors (inversores domésticos), que son extremadamente sensibles y vulnerables a sus emociones, y el precio fluctúa acorde. Un ejemplo típico es que, cuando el precio baja, entran en pánico y comienzan a vender desesperadamente, lo que genera caídas más grandes. O, todo lo contrario, entran en euforia y compran cuando el precio sube, lo que lo bombea incluso más.
Zimet: Todos los activos, de inversión o de consumo, en una economía de mercado se rigen por la interacción entre la oferta y la demanda. Dicho esto, los activos de consumo dependen de la estructura de mercado (bienes sustitutos o competitivos, tipo de bienes, organización del mercado, entre otros) y de los gustos de la sociedad. Ambos tienden a cambiar lentamente, lo que da cierta estabilidad a los precios.
Por su parte, la mayoría de los valores de los activos de inversión provienen de lo que prometen pagar. Por ejemplo, si un activo me promete pagar USD 1.000 el año que viene con un 100 % de probabilidad, seguramente su valor hoy sea levemente inferior a USD 1.000 (por la tasa de interés). Esto se debe a que los inversores saben lo que esperar de ellos y, por ende, los precios son más estables.
En el caso de las monedas y de los bienes coleccionables (como las obras de arte), no tienen un flujo de fondos asociado. Por lo tanto, los inversores tienden a proyectar lo que puede suceder con su precio a futuro sin tener demasiada información y fundándose solamente en la escasez relativa. Esto hace que cambios de humor del mercado puedan hacer que el activo cambie mucho de precio.
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¿Por qué el hecho de que un empresario como Elon Musk opine públicamente sobre criptomonedas, como el bitcoin o el dogecoin, hace que el valor de cada una se dispare o se desplome?
Zapata: Por las emociones. Al humano le resulta muy atractiva la idea de derivar todas sus responsabilidades en las decisiones u opiniones de un tercero, ya que si las cosas luego van mal, la culpa nunca es de ellos, sino de esa otra persona (aunque hayan sido ellos quienes compraron o vendieron). Más aún si ese tercero es uno de los hombres más inteligentes y ricos del mundo. Por otra parte, el dogecoin es un fenómeno bastante interesante, ya que comenzó como una broma y, ya sea por ver hasta cuán lejos se podía llegar o por mera especulación, llegó a donde está ahora.
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¿Se recomienda invertir en criptomonedas o utilizarlas como método de intercambio?
Zimet: Si bien no tiene contraindicaciones, utilizar las criptomonedas como método de intercambio no es fácil, puesto que no hay mucha gente que las acepte.
Si encontramos gente dispuesta a aceptarla, no habría inconveniente. Incluso, en el caso de aquellas criptomonedas que no requieren tantos costos de liquidación, liquidar operaciones entre personas en distintos países, eludiendo al sistema financiero tradicional, puede ahorrar costos.
Como bien de inversión, para algunos clientes que crean en este activo a largo plazo y con un cierto perfil de riesgo y retorno, puede ser útil invertir en ellas.
No obstante, es importante considerar la volatilidad existente en el mercado y, por lo tanto, es recomendable no invertir más allá de un monto que estemos dispuestos a perder. En efecto, dada la volatilidad que tienen estos activos, no se debe invertir un porcentaje grande del total de activos que tenemos. No son pocas las historias de gente que vendió su casa para invertir en criptomonedas cuando estas estaban en sus máximos y después perdió un enorme porcentaje de su riqueza.
El bitcoin, como el resto de las criptomonedas, es extremadamente volátil. En un mes perdió cerca de la mitad de su valor. Algunos expertos dicen que estos ciclos de auge y caída continuarán por mucho tiempo y, por eso, los que invierten pensando en que se pueden hacer ricos rápidamente, se exponen a quedar arruinados.
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¿Por qué te considerás defensor de las criptomonedas?
Zapata: Soy defensor y cada día más fanático por dos factores principales:
1. Por la tecnología. El blockchain me parece increíble, con infinidad de aplicaciones por descubrir. Es una manera sin precedentes de almacenar y transferir información de forma segura. Y, cuanto más profundizo, más creo que eventualmente tomará un rol gigante en nuestras vidas.2. Me parece que la criptomoneda es una herramienta de democratización del dinero y que permite mayores oportunidades para todos los participantes del mercado. En la actualidad, la balanza se encuentra demasiado inclinada hacia las grandes empresas, los bancos y los Estados. Las criptomonedas permiten descentralizar la economía y eliminar muchos intermediarios y manipulación que conserva un status quo para que el poder.