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Un nuevo campo en la Arquitectura facilitado por la inteligencia artificial

27/11/2023
Sebastián Amorelli, arquitecto graduado de ORT, está radicado en Barcelona, en donde desde hace años se dedica combinar la informática con el diseño para crear innovadores proyectos urbanos y en el área del retail (comercio minorista). En esta nota cuenta sobre cómo utiliza las nuevas tecnologías en la arquitectura.
Un nuevo campo en la Arquitectura facilitado por la inteligencia artificial

Sebastián Amorelli no es el típico arquitecto que se dedica a desarrollar casas o edificios.

Con un primer paso por la carrera de Ingeniería en Sistemas y su posterior graduación de la carrera de Arquitectura en la Universidad ORT Uruguay, siempre tuvo la intención de combinar ambos mundos: la computación y el diseño. El programa de intercambios de la universidad le permitió conocer en Italia una rama de la arquitectura que le permitiría cumplir con esa meta.

Así fue como Amorelli se introdujo en el mundo del diseño computacional y paramétrico, el cual lo ha llevado a dirigir el área de Computation en la empresa External Reference, en Barcelona (España), en la que gracias al uso de las nuevas tecnologías ha podido desarrollar novedosos proyectos urbanos y también innovadoras propuestas para marcas del retail, como Bershka, Duty Free, Presented By, WOW Concept, Pinko, Expo Dubai o Nova Bocana.

Este lunes 27 de noviembre, en el Día Nacional del Arquitecto, Amorelli cuenta de las posibilidades y los desafíos del uso de tecnologías como la inteligencia artificial, y sobre el camino que siguió para llegar a ser un arquitecto no tradicional.

¿Cuáles son las claves hoy, en el mundo del retail, para generar un espacio que sea capaz de atraer y ofrecerle al cliente una experiencia significativa? 

El debate sobre el retail en los últimos años era catastrofista: se predecía el fin del retail físico y el auge del online, lo que sugería que toda transacción física se convertiría en digital. Luego llegó la pandemia y todo esto cambió.

La pandemia nos mostró —o nos recordó— que somos una especie social y que la experiencia online todavía dista mucho de lo que el mundo real nos puede ofrecer. El retail siempre ha formado parte de la vida social de las ciudades; en Europa se asocia más a la calle, mientras que en el modelo americano y de Medio Oriente se concentra en las grandes superficies de los centros comerciales o malls. En este sentido, las marcas y el retail han comenzado a apostar no solo por atraer a los consumidores por su producto, sino también mediante la creación de experiencias físicas y narrativas espaciales que convierten el momento de compra en un evento único y memorable. Lo vemos en todas las grandes marcas del grupo Inditex con sus nuevas flagships, como Primark, los centros Westfield, la startup española WOW Concept, entre otras.

El diseño se convierte en un elemento diferencial capaz de crear espacios únicos y oníricos, y la integración de la tecnología de manera fluida transforma completamente la experiencia de compra. La clave está en transformar narrativas en espacios capaces de generar experiencias memorables y únicas.

A la hora de diseñar, ¿cuál es la ventaja de contar con el uso de la tecnología?

Creo que hoy en día la tecnología en el diseño es una herramienta indispensable. La forma tradicional de proyectar y construir ya no es suficiente para cumplir con la eficiencia y los tiempos que el mercado demanda. La irrupción de las inteligencias artificiales, como los LLMs (siglas en inglés para grandes modelos de lenguaje) o los algoritmos generativos, están abriendo un nuevo horizonte y generando un cambio de paradigma enorme, que ya estamos empezando a experimentar. 

Las estrategias de diseño paramétrico son extremadamente poderosas al momento de proyectar. Consisten en concebir el diseño como una serie de reglas o instrucciones condicionadas por distintos parámetros. Estas instrucciones, codificadas en un algoritmo (en mi caso, uso Grasshopper), permiten explorar un número infinito de posibilidades de diseño y visualizarlas al instante. Esto hace que el proceso sea mucho más eficiente y a la vez más enriquecedor, ya que permite probar rápidamente diversas ideas. Además, facilitan la implementación de cambios rápidos ante modificaciones en el contexto, normativa, diseño o preferencias del cliente, algo que con métodos tradicionales podría llevar días. Estas herramientas también permiten realizar estudios ambientales, simulaciones y aplicar leyes naturales como la filotaxis en el diseño. 

En combinación con tecnologías de fabricación digital (como corte CNC, impresión 3D de gran formato, fabricación robótica, entre otras), estas herramientas nos permiten crear soluciones personalizadas para cada proyecto, en los que cada elemento puede ser único, sin incurrir en costos adicionales. Automatizan muchos procesos y permiten generar archivos para fabricación en masa con la creación de solo algunos algoritmos.

Por ejemplo, en nuestra última colaboración con Presented By —una marca dedicada a championes de colección— para su tienda en Riyadh, creamos un interior completamente impreso en 3D con 366 piezas únicas. En el proyecto para el waterfront de Barcelona, optimizamos la geometría para fabricar todos los paneles de hormigón con solo 15 moldes diferentes, sin comprometer nuestra visión de diseño. Ambos trabajos fueron nominados para el World Architecture Festival de este año, que será en los últimos días de noviembre.

Por otro lado, actualmente estamos incorporando inteligencia artificial en nuestros procesos, principalmente en la etapa creativa, un campo aún más experimental, pero con un potencial enorme. 

El uso de la tecnología, por el contrario, ¿representa algún desafío?

Uno de los grandes desafíos que tiene es su curva de aprendizaje, ya que estas herramientas son muy complejas, especialmente al inicio. Además, su constante evolución requiere que te actualices frecuentemente. Su difusión también es un desafío, porque aunque su enseñanza está empezando a extenderse, todavía se limita a algunas escuelas especializadas. Creo que deberían ser la base de cualquier programa educativo en diseño. 

Cuando uno piensa en un arquitecto, lo primero que se le viene a la cabeza es una persona que diseña casas o edificios. En tu caso no solamente rompiste con el esquema del arquitecto tradicional, al dedicarte al diseño computacional, sino también al trabajar para comercios minoristas. ¿Cómo ha sido ese camino transitado desde la universidad hasta hoy? 

Antes de comenzar en Arquitectura, cursé un año de Ingeniería en Sistemas, pero sentí la falta de un componente creativo y, por eso, decidí cambiarme. Sin embargo, siempre busqué un camino que uniera la computación y el diseño.

Durante mi carrera tuve la oportunidad de participar en un programa de intercambios de ORT, lo que me llevó a pasar un semestre en el Politecnico di Milano en Italia. Ahí descubrí el mundo del diseño computacional y paramétrico. Aunque no era parte de la currícula oficial, vi a estudiantes experimentando con estas herramientas y profesores que animaban a usarlas y explorarlas. Desde ese momento, supe que no había vuelta atrás. 

En Uruguay, no encontré en dónde aprender o seguir este camino, así que una vez graduado y trabajando en reformas, busqué dónde podría desarrollarme en este rubro. Así fue como llegué al Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) en Barcelona, donde me inscribí en el Master of Advanced Architecture. Ahí conocí a Carmelo Zappulla, fundador de External Reference y mi profesor en el IAAC, quien me invitó a trabajar en su estudio, el cual estaba activamente implementando y experimentando con estas metodologías y herramientas. 

En External Reference —un estudio multidisciplinar que abarca desde el diseño de productos hasta proyectos a escala urbana—, he participado en proyectos de todas las escalas, incluyendo diseño de mobiliario impreso en 3D, tiendas, hoteles y proyectos urbanos, como el realizado para el waterfront de Barcelona.

Por otra parte, actualmente soy docente. Enseño herramientas de diseño paramétrico en el Máster de Diseño de Interiores en la Escuela de Diseño y Artes Visuales LCI Barcelona y, junto a Zappulla, lideramos uno de los Introductory Studios en el Máster de Arquitectura Avanzada del IAAC. Este año, además, estoy colaborando con Novatr, una plataforma y start-up online que busca democratizar la enseñanza de herramientas de diseño para estudiantes de Arquitectura. 

Como Team Leader del área de Computation en External Reference, ¿cuáles son tus tareas? ¿Cómo es un día típico para vos? 

Como Team Leader en el área de Computation en External Reference, mi rol consiste en coordinar los equipos para alcanzar los objetivos de cada proyecto. Esto implica cumplir con las expectativas del cliente y asegurar que se respete la agenda de diseño del estudio.

Mi trabajo diario incluye coordinar con todas las partes involucradas: clientes, consultores, proveedores, y nuestro equipo. Organizo reuniones de diseño en las que discutimos el progreso de los proyectos, exploramos alternativas creativas y desarrollamos estrategias para implementar las decisiones tomadas. Cada día es diferente, ya que los proyectos varían mucho en función de la etapa en que se encuentren. Por lo general, estoy involucrado en proyectos que están en diversas etapas, desde el concurso hasta la construcción. 

¿Con qué proyecto en External Reference aprendiste más? ¿En qué consistió y qué aprendiste? 

Es difícil elegir un único proyecto en External Reference del que haya aprendido más, ya que cada uno es muy diferente del otro. Pero si tuviera que destacar uno, sería el set de mobiliario Manglar (mesa y sillas), nuestro primer proyecto utilizando impresión 3D de gran formato.

En este proyecto descubrí el verdadero potencial de combinar el diseño computacional con la fabricación digital, lo que me abrió a un mundo de posibilidades infinitas. Sin embargo, también tuvimos que aprender a trabajar con las limitaciones del material y del método de fabricación para asegurar que lo diseñado fuera imprimible, sin perder de vista la dimensión estética y funcional de las piezas. Hubo un intenso proceso de prototipado en el cual imprimíamos una pieza, la probábamos y luego ajustábamos el código para mejorar e iterar el diseño. Así, con cada iteración nos íbamos acercando a un diseño que considerábamos ideal.

Otro proyecto que mencionaría es el de las Escaleras y el Mirador Vela. Este representó un desafío por su ubicación tan particular en el litoral mediterráneo, porque tuvimos que adaptarnos a una gran cantidad de condiciones existentes. Gracias al diseño paramétrico, pudimos elaborar un algoritmo que integraba todas estas condicionantes, lo que nos permitió controlar con precisión nuestra intención de diseño. 

¿Hay algún conocimiento o consejo en particular que te hayan dado en ORT que hasta el día de hoy seguís usando? 

La exigencia y la rigurosidad de la cátedra de Historia de la Facultad de Arquitectura de ORT me enseñó a ser sumamente meticuloso en mis procesos y abrió una veta de investigación que sigo utilizando en cada proyecto hasta el día de hoy.

¿Qué consejo podrías darle a un estudiante de arquitectura que está pensando en seguir un camino similar al tuyo? 

Les aconsejaría mantenerse siempre curiosos, investigando nuevas tendencias, tecnologías y procesos, incluso más allá de su aplicación directa en el día a día. Es fundamental mirar más allá de la arquitectura y explorar diferentes artes y disciplinas, como la biología, las ciencias naturales, la tecnología y la psicología. Nunca se sabe cómo estos conocimientos pueden ayudar a desarrollar proyectos futuros.

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