Muchos de estos fueron emblemáticos, sintetizando conceptos y materializando diseños innovadores que congregaron arte, sentido y funcionalidad en un nuevo nivel, en una nueva forma de habitar los espacios.
En este breve recorrido panorámico repasamos algunos memorables modelos bajo tal argumento.
1. Torre Eiffel (1889)
Junto a El Palacio de Cristal (1851), Los Propileos de la Königsplatz (1862) de Múnich y la Home Insurance Building (1885) de Chicago, la Torre Eiffel es considerada una de las edificaciones precursoras de la arquitectura moderna.
Esta estructura de hierro tratado, construida por Gustave Eiffel, fue la construcción más alta del mundo durante 41 años. Diversos autores, entre los que destaca Rolan Barthes, enfatizaron en su valor simbólico tanto para la modernidad como las vanguardias.
2. Banco de Ahorros de Viena (1906)
Ganó el concurso para la construcción de la Caja Postal de Ahorros Imperial-Real (Banco de Ahorros de Viena en la actualidad), donde compitió con otros 37 proyectos y tras su inauguración, en 1906, recibió muy buenas críticas.
La obra de Wagner posicionó a la capital austríaca en el podio tripartita de las ciudades que mejor materializaron uno de los conceptos centrales de la arquitectura moderna, junto con Berlín y Chicago, fundando la denominada “funcionalidad de la arquitectura”.
3. Pabellón de Cristal (1914)
Esta obra de Bruno Taut, constituida por una estructura metálica con cúpula de cristal, fue la joya de la Exposición de la Deutscher Werkbund de 1914, año en que fue inaugurada.
Aunque el edificio fue demolido poco después de culminada la exposición, su destacada influencia resultó muy significativa. Hoy podemos reconocer su genética, por ejemplo, en obras como la Pirámide del Louvre de Ieoh Ming Pei.
4. Casa doble de la Colonia de Weißenhof (1927)
Este proyecto, Patrimonio Cultural de la Humanidad (2016), fue parte de una exposición de arquitectura moderna realizada a solicitud de la Deutscher Werkbund, dirigida por Mies van der Rohe con el objetivo de materializar la confluencia del arte y la industria.
Contó con la participación de los más destacados arquitectos modernos, desde Walter Gropius hasta los hermanos Taut y Hans Scharoun.
La Casa Doble, obra de Le Corbusier y Pierre Jeanneret, fue parte de esta exposición y es considerada un emblema del estilo internacional, pieza conceptual que sintetiza las nociones de los Cinco puntos de una nueva arquitectura (1926-27) y que determina el canon moderno.
5. Casa de la cascada (1939)
La residencia Kaufmann, mejor conocida como Casa de la cascada, fue una obra fundamental para el desarrollo de la arquitectura orgánica y otro de los más destacados ejemplos de arquitectura moderna.
Se trata de una obra del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, construida entre 1936 y 1939 sobre una cascada del río Bear Run, en Pennsylvania. Su característica definitiva integra la edificación al contexto, el ambiente y la función.
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6. Casa Eames (1949)
Ampliamente considerada como un referente de la arquitectura moderna, la Casa Eames, también conocida como Case Study House No. 8, es uno de los mejores y más tempranos ejemplos de vivienda modular de fabricación y montaje simple.
La obra de Ray y Charles Eames exhala modernidad, donde puede vislumbrarse la industrialización Taylorizada, la influencia del cinematógrafo, el ADN del metabolismo japonés y el Movimiento De Stijl. Está ubicada en Los Ángeles y es Monumento Histórico Nacional desde 2006.
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7. Edificio Seagram (1958)
Diseñado en una colaboración entre Ludwig Mies van der Rohe y Philip Johnson, el Seagram Building es considerado como la cúspide de un arduo proceso perfeccionamiento y depuración expresiva del movimiento moderno.
Totalmente desprovisto de ornamento, este rascacielos condensa varios de los criterios que definen la arquitectura moderna, llevando la función, el minimalismo y el estilo internacional hacia nuevos horizontes.
8. Palacio de Planalto (1960)
El Palacio de Planalto, sede del poder ejecutivo brasileño, forma parte de una obra mayor: la Plaza de los Tres Poderes. Se trata, además, de uno de los más destacados ejemplos de arquitectura moderna en América Latina.
Diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer como parte del ambicioso proyecto urbano de construir en Brasilia la nueva capital brasileña, la obra proyecta una imagen brutalista de simplicidad moderna que, curiosamente, vislumbra la esencia del templo griego.
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9. Ópera de Sídney (1973)
Aunque suele decirse que está inspirada en los yates de vela, su propio autor —el arquitecto danés Jørn Utzon— ha asegurado que la obra es más bien como una naranja, con segmentos y formas similares a las que se obtienen al quitar la piel de esta fruta.
No exenta de controversias, significó grandes desafíos para la ingeniería, lo que llevó a retrasar en cinco ocasiones su culminación y a incrementar su presupuesto de 3 a 102 millones de dólares, lo que desencadenó la dimisión de su alma mater.
10. Pirámide del Louvre (1989)
Y si de construcciones posmodernas e icónicas hablamos, resulta difícil obviar la Pirámide del Museo del Louvre en el Cour Napoléon. Esta estructura de vidrio y acero con forma piramidal es considerada un emblema del estilo neoegipcio.
Tiene una altura de 20,6 metros y una base cuadrada de 35 metros de lado. Sus caras están cubiertas por 603 rombos de paños de vidrios romboidales y otros 70 triangulares. Su legado también es notable, ya que museos de todo el mundo lo han replicado.
11. Museo Guggenheim Bilbao (1997)
Sobre finales del siglo XX, la inauguración de esta obra tuvo un fuerte impacto en el desarrollo de un nuevo lenguaje arquitectónico que desembocaría en la arquitectura contemporánea.
El edificio está inspirado en las formas y texturas del pez. Es considerada una escultura en sí misma, una obra de arte que deconstruye la forma, haciendo a un lado toda razón geométrica para hacer una arquitectura más libre.
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