Te invitamos a conocer un breve panorama de este destacado movimiento arquitectónico, donde conoceremos algunos de los conceptos, nombres y diseños más representativos de la arquitectura moderna.
Qué es la arquitectura moderna
El amplio término de “arquitectura moderna” designa a un movimiento estilístico global, con múltiples acepciones y alcances, que desarrollado a lo largo del siglo XX significó una verdadera revolución en la historia de la arquitectura.
En su sentido más extendido, refiere a la corriente arquitectónica que surgió sobre los albores del 1900, antes de la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de reconciliar los principios tácitos al diseño arquitectónico con el acelerado avance tecnológico y la modernización de las sociedades.
Con especial énfasis en la funcionalidad y las formas aerodinámicas en contraposición al ornamento, la arquitectura moderna —que no debe confundirse con la arquitectura modernista catalana— adoptaría el lenguaje de varias vanguardias artísticas (especialmente del cubismo y el purismo), algunas en tensión entre sí y, en muchas ocasiones, desafiando igualmente esta clasificación.
Características de la arquitectura moderna
Entre las más distintivas características de la arquitectura moderna destacan el diseño depurado, de líneas simples y rectas, así como la referida ruptura con el neoclasicismo y el ornamento en pos del funcionalismo, tanto racionalista como organicista.
En este sentido, el diseño en la arquitectura moderna se caracteriza por centrarse en la función, el orden y la simplicidad. El objetivo de la arquitectura moderna era acercar el diseño hacia el funcionamiento de las máquinas, los avances de la industrialización y la producción en serie.
Consecuentemente, se suele señalar que fue el movimiento arquitectónico que originó el minimalismo y que su lenguaje simple permitió la internacionalización.
Otro factor determinante en la transformación que implicó este alejamiento de los conceptos clasicistas fue la materia prima. A este respecto, entre los materiales utilizados en la arquitectura moderna destacan especialmente el acero, el concreto armado y el vidrio.
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Dónde nace la arquitectura moderna
Se suele situar el origen de la arquitectura moderna sobre el ocaso del siglo XIX y comienzos del XX e incluso hay visiones que rastrean al The Crystal Palace, de Joseph Paxton en Hyde Park, como germen de este movimiento.
Durante esta etapa, junto con las revoluciones en la tecnología, la ingeniería y los materiales de construcción empleados, surge un fuerte deseo por romper con los estilos arquitectónicos clásicos e indear nuevas corrientes de carácter puramente funcional, capaces de reflejar la realidad del naciente siglo XX.
Asimismo, otras perspectivas sitúan el inicio de la arquitectura moderna en la creación de la Escuela Bauhaus en Dessau, fundada en 1919; y su desarrollo en el racionalismo, comprendido entre 1925 y 1965.
El movimiento moderno fue objeto de numerosas disertaciones y planteamientos internacionales. A partir de 1928, Le Corbusier organiza el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), en el que se presentaban las propuestas de arquitectura moderna.
Hasta el siglo XVIII, los conceptos y atributos propios de estilos altamente ornamentados, como la arquitectura renacentista, barroca, victoriana, eduardiana, gótica y neogótica, venían dominando la estilística de la arquitectura.
Sin embargo, la arquitectura moderna rechazó fervientemente lo que consideró la caducidad de estas escuelas, así como toda influencia histórica y tradicional para ponderar las nuevas formas de la modernidad.
Estas, a su vez, estarían fundadas en el racionalismo y organicismo arquitectónico, así como en los principios propios del modernismo y las tendencias de las vanguardias más emblemáticas, como el cubismo, futurismo y expresionismo, entre otras.
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la arquitectura moderna se expandió y adaptó variaciones según su contexto. Una de las más importantes fue la arquitectura moderna latinoamericana, en la que se destaca la obra de Oscar Nienmeyer y Lina Bo Bardi en Brasil.
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Principales exponentes de la arquitectura moderna
Si bien el concepto abarca multiplicidad de nombres de enorme influencia, entre los máximos representantes de la arquitectura moderna se suele destacar a una trinidad que resultó medular para el movimiento: Walter Gropius y Mies van der Rohe, los dos directores más emblemáticos de la Escuela de Bauhaus; y Charles-Édouard Jeanneret-Gris, mejor conocido como Le Corbusier.
El arquitecto alemán Walter Gropius es comúnmente referido como una de las primeras y más importantes figuras de la arquitectura moderna. Su primera obra, la ampliación de la fábrica de Fagus en Alfeld, es considerada como pionera dentro del movimiento. Además, fue el fundador de la Escuela de Bauhaus, cuyo edificio fue diseñado por el propio Gropius.
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En tanto, su colega, el arquitecto germano Ludwig Mies van der Rohe, fue pionero en la creación de un lenguaje arquitectónico que buscaba representar la modernidad mediante la simpleza, claridad y sobriedad. Mies van der Rohe fue el último director de la Bauhaus.
Le Corbusier, por su parte, no solo es reconocido como uno de los arquitectos más representativos de la arquitectura moderna, sino de todo el siglo XX. Además de consolidar un estilo racionalista y depurado, su manuscrito Cinco puntos para una nueva arquitectura (1927) sentó las bases del diseño en el período moderno.
De igual forma, la referida amplitud del concepto de arquitectura moderna, comprendida como un conjunto de corrientes y no como un período cronológico, incluye nombres irrevocables.
Entre estos se incluyen, por ejemplo, los de Frank Lloyd Wright (1867-1959). El autor de la icónica Fallingwater propuso que el diseño de estructuras estuviera en armonía con el entorno circundante, filosofía que sería referida como arquitectura organicista.
Arquitectos como Alvar Aalto, Philip Johnson, Louis Kahn, Enric Mendelson, Aldo Rossi, Eero Saarinen, Oscar Niemeyer, Lúcio Costa, Kenzo Tange, Richard Meier, entre otros, también son ampliamente referidos como algunas de las personalidades más representativas del movimiento moderno.
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El posmodernismo
A partir de la década del 60 surge una serie de movimientos que pondrían en cuestión los cánones de la arquitectura moderna.
Esta nueva tendencia sería referida como posmodernismo arquitectónico y tendría su consolidación en los sesenta.
Promulgando un retorno al ornamento, la preponderancia del símbolo y la multiplicidad en la forma en respuesta al formalismo moderno, en el posmodernismo se desarrollaría una hipertextualidad entre diversas estéticas que continuará evolucionando hasta la actualidad.
En tal sentido, el referido arquitecto estadounidense Philip Johnson es considerado uno de los primeros y más destacados exponentes del posmodernismo arquitectónico.
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Formado por el propio Gropius, Johnson fue una de las más jóvenes y últimas grandes figuras de la arquitectura moderna. Entre 1946 y 1954 fue director del departamento de arquitectura y diseño moderno del Museo Metropolitano de Arte y en 1955 comenzaría a trazar su propia dirección.
Acercándose gradualmente al expresionismo, con diseños cada vez más alejados de los principios que definieron a la arquitectura moderna, Johnson rompería nuevamente los paradigmas con su AT&T Building de 1984, posteriormente llamado Sony Building.
La arquitectura posmoderna, también definida como arquitectura neoecléctica, recupera así la referencia y el ornamento en la fachada, sustituyendo los estilos rectilíneos y agresivos de la modernidad.
De la mano de arquitectos como Frank Ghery, Michael Graves, Charles Willard Moore, James Stirling, Charles Jencks y Denise Scott Brown, entre otros, este eclecticismo a menudo fue combinado con la determinación de ángulos no ortogonales y superficies hasta entonces inusuales, buscando solucionar los problemas de la arquitectura moderna y recuperar la sensibilidad en la arquitectura para seguir reinventándose hasta la actualidad.
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