Aunque la situación tuvo posteriormente una evolución positiva, varias lecciones quedaron y ahora aparecen reflejadas en los nuevos cursos de diseño de interiores.
Muchas cosas han cambiado en el mundo a partir de la pandemia, que derivó, entre otras cosas, en restricciones en cuanto a la movilidad de las personas. El encierro obligado, que en algunos países se prolongó durante varios meses, sorprendió a la población en espacios que no parecían estar preparados adecuadamente, algo que hasta ese momento no era fácil de notar debido a las exigentes rutinas.
Y un día todos se convirtieron en expertos en diseño de interiores
El exceso de tiempo en casa sirvió como punto de partida para las más diversas actividades. Inicialmente, a modo de entretenimiento y para romper la creciente monotonía, muchos comenzaron a redecorar sus espacios, moviendo muebles y todo tipo de objetos, para tratar de darle nueva vida a los ambientes.
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Sin embargo, el transcurrir de las semanas fue mostrando un panorama poco favorable para el regreso a la vida cotidiana y surgió el concepto de “nueva normalidad”. Estudiar o trabajar desde casa se convirtió en algo habitual y, por lo tanto, lograr ambientes funcionales y prácticos pasó a ser una necesidad.
Elegir un estilo de diseño, o combinar varios
La practicidad no está reñida con las diferentes variedades de soluciones aplicadas en el interiorismo. Desde una decoración clásica o vintage, hasta la que incluya los elementos más contemporáneos y, por qué no, algo más ecléctico que mezcle estilos, siempre se pueden obtener excelentes resultados.
Una de las claves en el diseño de interiores tiene que ver con dejar volar la imaginación para darle personalidad a los espacios. Pero, atendiendo a lo mencionado en los párrafos anteriores, otro punto que no debe ser pasado por alto es la generación de sectores que no tengan elementos que afecten la concentración o incluso donde se pueda lograr cierta privacidad, para poder trabajar o estudiar sin inconvenientes.
Nuevas técnicas para el diseño de interiores
Transformar o rediseñar una habitación puede ser una tarea muy divertida y no tiene por qué requerir un desembolso importante de dinero. Actualmente existe la denominada “decoración low cost” (decoración de bajo costo, en español), que apuesta a lograr espacios funcionales y compactos, con ideas económicas pero muy efectivas para todo tipo de ambientes.
Esta corriente se basa, por ejemplo, en el reciclado de muebles, la utilización de pallets para la fabricación de mobiliario 100 % original, los revestimientos vinílicos para darle un nuevo aspecto a los pisos, y la compra de telas y productos de colecciones pasadas o en liquidación, entre otras opciones.
Pensando en ahorrar, lo más importante es tener claro que se pueden redecorar espacios con lo que ya tenemos en casa. Mover una cosa por aquí, trasladar otra más allá, y combinando elementos, se puede llevar adelante un proyecto de reforma hasta cumplir con los objetivos que se hayan planteado o los requerimientos que se tengan en cada caso.
Interiorismo en espacios reducidos
El crecimiento constante de los centros urbanos parece contrastar con las dimensiones de los apartamentos en los nuevos edificios, donde no resulta extraño toparse con viviendas de poco más de 40 metros cuadrados. Los pequeños espacios obligan a exprimir al máximo la creatividad, porque tendrían que convivir en un solo lugar una oficina o área de estudio, un gimnasio, un comedor, una sala de estar y hasta un dormitorio.
Los especialistas en diseño de interiores suelen encontrar en este tipo de proyectos verdaderos desafíos, que bien podrían formar parte de una tesis en cualquier curso de diseño. Es conveniente repasar brevemente, entonces, algunas cuestiones que suelen tener en cuenta los profesionales al momento de realizar su trabajo y verás como en ellas reina el sentido común.
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Una palabra se impone para resumir la tarea: síntesis. En estos casos, siempre menos será más. Reducir la cantidad de elementos redundará en más espacio, más practicidad, más comodidad y un sinfín de etcéteras. Por lo tanto, una correcta planificación del mobiliario a utilizar, estableciendo prioridades, no será un detalle menor.
Pese a lo que muchos podrían llegar a pensar, para los ambientes pequeños están recomendados los muebles grandes. Esto se debe a varios motivos, como por ejemplo la distracción que puede producir el exceso de elementos o la sensación de que el espacio es aún más limitado.
Tan importante es este aspecto, que no sería descabellado apelar a los muebles hechos a medida para conseguir aprovechar al máximo los metros cuadrados disponibles, siempre y cuando el presupuesto lo permita, porque tienen un costo mayor que los modulares, muy comunes en estos días.
Otro truco aplicado por los diseñadores de interiores para los espacios reducidos indica que se debe pensar también en vertical. Sacar partido de las paredes es casi una obligación, más aún si el ambiente tiene la altura suficiente hasta como para plantear un entrepiso, que podría cumplir la función de altillo.
Finalmente, jugar con los colores y la iluminación servirá de ayuda para lograr una sensación de amplitud en los espacios. Siempre que sea posible, hay que buscar y potenciar la entrada de luz natural. Esto se puede conseguir, no solo mediante ventanales y claraboyas, sino también a través del mobiliario y obviamente del color elegido. Por más que resulten atractivos, se deben evitar los tonos oscuros.
Si no queda otra alternativa más que trabajar con luz artificial, no hay que desanimarse. Actualmente existen en el mercado diferentes opciones para influir en la percepción de las dimensiones del entorno, a través de las cuales se podrían generar desde ambientes amplios hasta espacios más íntimos, combinando la iluminación focalizada con el mobiliario.
La oficina en casa, mucho más que un ordenador con conexión a Internet
El teletrabajo o trabajo remoto, como se lo denomina en ciertos lugares, venía aumentando particularmente en sectores vinculados con la tecnología. Pero el encierro debido a la pandemia aceleró el crecimiento de esta modalidad. Y muchas tareas, incluso asociadas a otros rubros, continuaron realizándose mediante ese formato una vez concluido el confinamiento.
Lo cierto es que toda esta situación generó la necesidad de un nuevo espacio en los hogares, que hace las veces de oficina. Con el inconveniente de que no siempre se puede destinar una habitación entera para ese fin y es allí donde comienzan a surgir los problemas, al tratar de combinar el confort con la funcionalidad, sin perder de vista la privacidad que podría ser necesaria en ciertos momentos de la jornada laboral.
Diseño de interiores para home office
Algunos de los lineamientos que se siguen en los cursos de diseños de interiores, se aplican perfectamente al momento de transformar un pequeño espacio para convertirlo en una verdadera oficina en casa. Para comenzar, si el teletrabajo implicará muchas horas sentado frente a la computadora, la comodidad y funcionalidad no deberán quedar en un segundo plano.
En consecuencia, y siempre que sea posible, es recomendable comprar una silla ergonómica. El mercado ofrece por estos días una infinidad de modelos, con precios variados. Si, pese a esto, no encontramos uno que esté al alcance de nuestro bolsillo, debemos recurrir a sillas con respaldos altos y confortables. Algo similar sucede con los escritorios, que tendrían que colaborar con una buena postura. Si conseguimos que la pantalla quede a la altura de nuestros ojos y a más de 50 centímetros de distancia, estaremos muy cerca de lograr el éxito.
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Hacer home office no es sencillo, por la gran cantidad de factores que pueden ocasionar distracciones. En consecuencia, además de intentar minimizarlos, se hace imprescindible recrear la oficina en prácticamente todos sus detalles. Por ejemplo, mediante el uso de cajoneras o estantes, podrías asegurarte de tener todo al alcance de la mano.
Yendo más a fondo en lo que a decoración refiere, un toque de naturaleza siempre es bienvenido. Pequeñas plantas, tal es el caso de los cactus, le darán algo de vida a la oficina hogareña. Por otro lado, para aquellos que gustan de los cuadros y pósteres, una buena alternativa son los que vienen con frases motivadoras, de esas que pueden ser de ayuda para mantener intactas las ganas de trabajar a lo largo del día.
Colores e iluminación para trabajar desde casa
Las paredes pintadas de blanco son un clásico y van con cualquier ambiente, pero si existe la posibilidad de cambiar el color del sector destinado al teletrabajo, los expertos recomiendan recurrir a tonos neutros o dentro de la escala de grises, que son muy útiles para mantener la concentración. Podemos aprender a combinar colores y texturas o a elegir diferentes tipos de materiales mediante un curso de diseño de interiores.
En lo que respecta a la iluminación, tal como quedó expresado previamente en este artículo, lo ideal es trabajar con luz natural. Pero si esto no es posible, dinero bien invertido sería aquel que destinemos a adquirir artefactos que logren simularla. De esa manera, la vista estará menos afectada a la sobreexposición a la pantalla.
Y, si de cuidar el cuerpo se trata, debemos recordar que no es conveniente pasar muchas horas sentados. Es conveniente organizar rutinas con pequeños ejercicios para realizar estiramientos en las zonas que pueden verse afectadas por la posición, trabajando no solo la espalda y las piernas, sino también el cuello, los brazos, las muñecas y los dedos.
Para finalizar, no olvidemos que pueden ser de gran utilidad para trabajar relajado una buena selección musical y aromas agradables, algo que conseguirás mediante inciensos o aceites esenciales.
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