Un total de 28 equipos de todo el país se inscribieron al concurso y siete presentaron sus estructuras hechas de spaghetti para ser sometidas a la prueba de resistencia. El desafío consistió en que cada uno de los equipos debían cargar su estructura con ladrillos de arcilla hasta quebrarlas.
Rocío Hambeck del Colegio San Pablo recibió el primer premio y obtuvo una beca del 50 % para cursar una de las carreras universitarias de la Facultad de Arquitectura. El segundo premio fue recibido por las estudiantes Sol Amorín y Sol Messano del Instituto Crandon, y el tercer premio fue concedido a Sebastián Nuñez y Rodrigo Vilas del Instituto Preuniversitario Juan XXIII.
Además, todos los ganadores recibieron una beca del 100 % para el curso Proyectos de Arquitectura con Metodología BIM.
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