La figura y obra de Chipperfield, que tiene a las cuestiones de sostenibilidad ambiental y equidad social como piedra fundamental, fue laureada con el prestigioso galardón que también ha condecorado a nombres como los de Frank Gehry, Oscar Niemeyer, Wang Shu, Luis Barragán o Zaha Hadid.
Empero, y a diferencia de lo que ocurre con la obra de estos destacados arquitectos, Chipperfield crea edificios sutilmente discretos que, entre otros proyectos destacados, incluyen numerosos museos y bibliotecas de excelsa elegancia, tales como el River and Rowing Museum, Henley-on-Thames (1997) y el Turner Contemporary (2011), en Reino Unido; el Neues Museum (2009), en Alemania; el Museo Jumex, en Ciudad de México; el Kunsthaus Zürich, en Suiza; o el campus del Museo de Arte de Saint Louis, en Estados Unidos.
Sir David Chipperfield
Sir David Alan Chipperfield nació en 1953 en Londres y se crió en una granja rural en el condado de Devon, al suroeste de Inglaterra. Una variada colección de graneros y dependencias, repletos de asombro y recuerdos de la infancia, dieron forma a sus primeras impresiones físicas fuertes de la arquitectura.
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Chipperfield estudió arquitectura en la Architectural Association School of Architecture de Londres y en la Kingston School of Art. Tras graduarse, trabajó en varias firmas de arquitectura antes de fundar su David Chipperfield Architects, en 1985. Desde entonces, ha diseñado una amplia variedad de proyectos, incluyendo edificios comerciales, culturales y residenciales en todo el mundo, entre los que —como referimos— destacan particularmente los museos.
A este respecto, uno de los proyectos arquitectónicos más destacados de Chipperfield es el Neues Museum en Berlín, un edificio histórico que fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial y que Chipperfield restauró y renovó con superlativa sensibilidad.
Chipperfield ha recibido numerosos premios y honores por su trabajo, incluyendo el Premio Wolf de las Artes, en 2010; el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Europea, en 2011; y el Premio Praemium Imperiale, en 2013. Conjuntamente, por “sus servicios a la arquitectura”, en 2004 también fue nombrado “Sir” por la Reina Isabel II.
Además de su trabajo como arquitecto, Chipperfield también es docente y ha enseñado en varias instituciones, incluyendo la Architectural Association School of Architecture y la Universidad de Harvard.
También ha sido invitado a dar conferencias en todo el mundo sobre su trabajo y su enfoque de la arquitectura, que se encauza en la creación de edificios funcionales, elegantes y atemporales. Comprometido con la arquitectura sostenible y la protección del medioambiente, a menudo utiliza materiales naturales, como la madera y la piedra.
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La obra de David Chipperfield
Los proyectos arquitectónicos de Chipperfield, de una estética nítida y minimalista, son atemporales, auténticos e innovadores, condiciones y características propias de toda obra de arte. En tal sentido, el jurado del Pritzker señaló:
Caracterizado siempre por la elegancia, la moderación y el sentido de la permanencia, así como por las composiciones claras y los detalles refinados, sus edificios exhalan claridad, sorpresa, contextualidad sofisticada y presencia segura a cada momento. En una era de comercialización excesiva, sobrediseño y sobreexageración, siempre logra el equilibrio entre un lenguaje arquitectónico minimalista moderno y la libertad de expresión, entre declaraciones abstractas y una elegancia rigurosa nunca desprovista de complejidad. (...) no vemos un edificio de David Chipperfield reconocible al instante en diferentes ciudades, sino diferentes edificios de David Chipperfield diseñados específicamente para cada circunstancia.
En este sentido, al ser consultado sobre cómo se siente que su obra sea descrita como “no reconocible al instante", en diálogo con el medio estadounidense NPR, Chipperfield aseguró estar contento con el juicio y que “la idea de la firma del arquitecto se ha convertido en una ambición exagerada”.
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Neues Museum, uno de los proyectos arquitectónicos más importantes de Chipperfield
El Neues Museum de la Isla de los Museos de Berlín, es una obra del arquitecto alemán Friedrich August Stüler —alma mater del Burg Hohenzollern (Castillo de Hohenzollern) y la cúpula del arco triunfal de la puerta principal del Berliner Stadtschloss— y se construyó entre 1841 y 1859. En 1997, la firma de Chipperfield fue seleccionada para renovarlo luego de que el museo fuese bombardeado y prácticamente reducido a escombros durante la Segunda Guerra Mundial y que, posteriormente, quedase abandonado en Berlín Oriental.
"El edificio había permanecido como una ruina durante más de 50 años", dijo Chipperfield en el conversatorio Why does everyone hate modern architecture? (¿Por qué todos odian la arquitectura moderna?, en español) para TedX en 2011. “La historia, de alguna manera, lo había dejado atrás”.
Chipperfield conservó los restos como parte del diseño. “Esa fue una decisión increíblemente controvertida y me puso en diálogo, digamos, con los ciudadanos de Berlín”, explicó en tal instancia. El proceso fue, según ha referido, un ejemplo del esfuerzo colaborativo que Chipperfield considera central en su práctica. Berlín también alberga el enorme y austero Neue National, construido por Mies Van Der Rohe en 1968, que Chipperfield renovó algunas décadas más tarde.
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Al respecto, durante el conversatorio, Chipperfield dijo reconocer que "el mundo está lleno de desagradables edificios de arquitectura moderna". “No me sorprende que nos odien”, aseguró mientras enseñaba una diapositiva de un lúgubre y gris Holiday Inn que, según él Pritzker de 2023, se encuentra a pocos metros de su casa: “Esto es espantoso”.
Chipperfield lamentó, también durante esta instancia, cómo tantos edificios en todo el mundo contienen “el ADN de una mala arquitectura moderna”, debido a clientes cínicos, una industria de la construcción obsesionada con terminar rápido y arquitectos que no se preocupan por construir para el futuro.
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"No construimos bien hoy en día", dijo, señalando con nostalgia una elegante iglesia antigua que se encuentra detrás del hotel corporativo genérico y aburrido en la foto. "En ese proceso, parece que hemos perdido la calidad física de la arquitectura". Quizás algo trascendental también, como sugiere el nuevo laureado del Pritzker: “Llamémosle el alma de la arquitectura”.
Pero más allá de esta metafísica y la tensión que percibe en ciertos espectros de la arquitectura moderna, la renovación del Neues Museum destacó especialmente por el "discernimiento entre la preservación, la reconstrucción y la adición" que llevó adelante Chipperfield.
El autor Michael Kimmelman, crítico de arquitectura en The New York Times, señaló que con la renovación del Neues Museum por parte de Chipperfield, “Berlín recuperaba uno de los mejores edificios públicos de Europa”.
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Arquitectura y sostenibilidad: hacer cambios fundamentales
El Arq. Alejandro Aravena, presidente del jurado y ganador del Premio Pritzker 2016, refirió también que:
En un mundo en el que muchos arquitectos ven un encargo como una oportunidad para agregar a su propia cartera, (Chipperfield) responde a cada proyecto con herramientas específicas que ha seleccionado con precisión y gran cuidado. A veces requiere un gesto fuerte y monumental, mientras que otras veces requiere que casi desaparezca. Pero sus edificios siempre resistirán la prueba del tiempo porque el objetivo final de su operación es servir al bien común. Evitar lo que está de moda, le ha permitido permanecer permanente.
Otra restauración de Chipperfield evidencia claramente esta referencia: la Procuratie Vecchie del siglo XVI en Venecia (2022), un hito en la Plaza de San Marcos, en la que, recuerda Aravena: “Llamó a los artesanos tradicionales a revivir los frescos originales, pisos de terrazo y yeserías, descubriendo capas de historia (...), al tiempo que incorpora técnicas artesanales y de construcción locales para producir intervenciones correlativas modernas, como una circulación vertical”.
Su restauración y reinvención de la Procuratie Vecchie redefinió la capacidad cívica de este edificio en el corazón de la ciudad al permitir, por primera vez, el acceso general. Eleva así la colaboración a través de sus procesos, manteniendo su creencia de que la arquitectura y la artesanía están entrelazadas. El edificio restaurado ahora permite vistas desde arriba y desde adentro, revelando terrazas en la azotea, espacios para exposiciones y eventos, un auditorio y una fila de arcos que divergen en galerías.
Incorporar estas características en su trabajo es elemental para el arquitecto británico. En algunas entrevistas, recoge la publicación de The New York Times, Chipperfield se ha mostrado visiblemente frustrado por la lentitud de los cálculos con la sustentabilidad. A este respecto, señaló, por ejemplo, que “no se trata de paneles solares y ventanas aislantes (...) sino de hacer cambios fundamentales”.
Todas nuestras acciones deben medirse, no en términos económicos, sino en términos de su impacto social y ambiental.
Como arquitecto, dijo Chipperfield, solo puede hacer mucho para seguir progresando, dado que lo contratan para cumplir los deseos de un cliente. Pero sí dijo que su cohorte tiene un papel importante que desempeñar para ayudar a educar a la próxima generación sobre estos temas y para impulsar a los clientes hacia prácticas socialmente responsables.
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“No siempre es nuestra culpa: si nadie construye viviendas de este tipo, no podemos salir y construirlas nosotros mismos (...) pero como profesión, no hemos contribuido al nivel en el que deberíamos colectivamente”, señaló Sir David Chipperfield, Premio Pritzker 2023.
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