En esta edición, el jurado del Premio Pritzker ha distinguido a Jiakun por su capacidad de armonizar aspectos culturales, históricos y sociales, así como por su compromiso con la comunidad y su habilidad para equilibrar las tensiones entre lo colectivo y lo individual.
A lo largo de sus más de cuatro décadas de trayectoria profesional, el arquitecto nacido en Chengdu, República Popular China, ha sostenido la premisa de que la arquitectura no solo debe resolver problemas de espacio, sino también elevar la vida cotidiana y forjar lazos humanos más sólidos.
A continuación, se exploran algunos aspectos de la vida, obra y valores que han guiado la carrera de este destacado arquitecto chino, recordando sus contribuciones más relevantes y su visión única, que lo han consagrado con un reconocimiento a menudo descrito como “el Nobel de la Arquitectura”.
Liu Jiakun, el ganador del Premio Pritzker 2025
Nacido en 1956 en Chengdu, República Popular China, Liu Jiakun creció rodeado de influencias médicas: su madre era internista en el Chengdu Second People’s Hospital, institución con raíces cristianas que forjó en él, desde temprana edad, un sentido de tolerancia religiosa y una conciencia social profunda.
Aunque la mayoría de sus familiares ejercían la medicina, él pronto se inclinó por las artes, con un interés particular en el dibujo y la literatura. A los 17 años, participó del programa Zhiqing (o “juventud educada”), que enviaba a jóvenes urbanos a trabajar en el campo, una experiencia que, en sus propias palabras, “lo hizo sentir perdido acerca de su futuro”.
Sin embargo, todo cambió cuando en 1978 fue admitido en el Instituto de Arquitectura e Ingeniería de Chongqing (rebautizado posteriormente como Chongqing University). Al reflexionar sobre ese momento, ha llegado a describirlo como “un sueño que de pronto me reveló que mi vida importaba”.
Luego de graduarse, en 1982, con un Bachelor of Engineering en Arquitectura, inició su carrera en la empresa estatal Chengdu Architectural Design and Research Institute. A mediados de la década de 1980, se ofreció como voluntario para trasladarse temporalmente al Tíbet, donde trabajó en Nagqu, la región habitada más alta del mundo, experiencia que combinó “valentía y curiosidad, con un fuerte deseo de escritura y pintura”.
Durante aquellos años, compaginó la práctica arquitectónica diurna con la narrativa literaria nocturna, llegando casi a abandonar la arquitectura hasta que, en 1993, una exposición de un excompañero de clase lo impulsó a explorar la profesión como medio de expresión personal.
“Escribir novelas y hacer arquitectura, son distintas formas de hacer arte”.
En 1999, fundó Jiakun Architects en Chengdu, decididamente convencido de que la arquitectura es un producto de la comunidad, la espiritualidad y la tradición, pero que también puede —y debe— alzar una mirada innovadora y personal.
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El camino al Premio Pritzker 2025
El Premio Pritzker se concede a aquellos arquitectos que, de forma constante, han hecho aportes significativos a la humanidad y al entorno construido.
En 2025, el galardón recayó en Liu Jiakun, un profesional cuyo trabajo, según indica la citación oficial del jurado:
“Imagina y construye nuevos mundos, libres de ataduras estéticas o estilísticas; en lugar de un estilo recurrente, desarrolla una estrategia que evalúa las características y requisitos particulares de cada proyecto, de forma que, partiendo de realidades presentes, ofrezca escenarios totalmente nuevos de la vida cotidiana”.
A este respecto, se reconoce en Liu Jiakun la apertura para conciliar aparentes opuestos: densidad frente a calidad de vida, historia frente a modernidad, colectivismo frente a individualidad. El arquitecto logra transformar cada proyecto en un espacio de convivencia, integración y revalorización de lo local.
Según el anuncio oficial de la organización del Premio Pritzker, la entrega de este año destaca la forma en que sus obras “celebran la vida de ciudadanos comunes y utilizan la arquitectura para forjar comunidad, inspirar compasión y elevar el espíritu humano”.
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Entre la comunidad y la identidad
Desde sus primeros años, Liu Jiakun ha mostrado un profundo respeto por las costumbres y tradiciones de su país, integrando en sus proyectos referencias históricas sin caer en la nostalgia o en el uso meramente decorativo.
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Como señaló el jurado al anunciarlo como ganador, su objetivo es:
“Revisitar la tradición china para impulsarla como plataforma de innovación, libre de ambigüedad o sentimentalismo. En sus museos y espacios públicos, genera registros históricos que a la vez funcionan como infraestructura, paisaje y foro comunitario”.
La inclinación del arquitecto por la literatura queda manifiesta en cada propuesta arquitectónica, que busca narrar historias colectivas y cotidianas. Este enfoque, reforzado con un profundo amor por la cultura local, se materializa en la forma de edificios que se acoplan al paisaje y favorecen la participación social.
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Contribuciones y obras destacadas de Liu Jiakun
A lo largo de cuatro décadas de carrera, Liu, junto con su equipo de Jiakun Architects, ha desarrollado más de treinta proyectos, comprendiendo centros académicos y culturales, obras de carácter cívico, complejos comerciales y planes urbanísticos.
https://www.youtube.com/watch?v=J6mv7Q2SXbA
Varias de estas construcciones se encuentran en Chengdu, su ciudad natal, pero también ha intervenido en lugares como Suzhou, Luzhou, Nanjing, Chongqing y Shanghái.
West Village (Chengdu, 2015)
Considerada una de las obras arquitectónicas más reconocidas de Liu Jiakun, West Village reimagina la relación entre espacio privado y espacio público en zonas de alta densidad.
De acuerdo con la proclamación del jurado, el proyecto “inventa nuevas formas de convivencia independiente y compartida, mostrando que la densidad no tiene por qué excluir el sistema abierto. Liu mejora y acoge la vida que los habitantes introducen en sus obras, creando una arquitectura activada por sus públicos”.
West Village se compone de varios niveles de espacios mixtos (culturales, deportivos, recreativos y de negocios) que giran alrededor de un gran campo común, donde la apertura se combina con una protección perimetral inclinada para viandantes y ciclistas.
Departamento de Escultura del Instituto de Bellas Artes de Sichuan (Chongqing, 2004)
Otro proyecto clave donde la limitación espacial impulsa la creatividad.
Las plantas superiores se expanden hacia el exterior para maximizar la luz y el aire, evidenciando el compromiso del arquitecto con la funcionalidad y la habitabilidad de los entornos educativos.
Renovación de la Cueva de Tianbao del distrito Erlang Town (Luzhou, 2021)
En esta intervención, Liu Jiakun establece un diálogo con la geografía escarpada del lugar, integrando los edificios en la ladera y empleando materiales genuinos de la región.
Según la declaración del jurado, se trata de “un claro ejemplo de cómo el entorno construido y el entorno natural coexisten de manera recíproca, en línea con la tradición y la filosofía chinas más antiguas”.
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Museo Shuijingfang (Chengdu, 2013) y Museo Imperial Kiln Brick de Suzhou (Suzhou, 2016)
Aquí se fusionan vestigios históricos y recursos naturales, sin sacrificar la innovación formal.
Techos planos, ventanales continuos y la incorporación de vegetación local en patios y corredores son estrategias que refuerzan la armonía con el entorno.
Memorial Hu Huishan (Chengdu, 2009)
Considerada la obra más pequeña de Liu, rinde tributo a una adolescente fallecida en el terremoto de Wenchuan de 2008. Concebida como un refugio permanente de cemento, se erige en conmemoración no solo de la víctima, sino de todo un país en duelo.
Los llamados “Rebirth Bricks” —mezcla de escombros del sismo con fibra de trigo y cemento— se convirtieron en un símbolo de resiliencia y en un recurso constructivo económico y duradero, reutilizado en otros proyectos y obras arquitectónicas de Liu Juakun.
Reconocimientos y premios de Liu Jiakun
Además del Premio Pritzker 2025, Liu ha recibido múltiples distinciones que resaltan su contribución a la arquitectura:
- Far Eastern Architectural Design, Outstanding Award (2007 y 2017)
- ASC Grand Architectural Creation Award (2009)
- Architectural Record China Awards (2010)
- WA Awards for Chinese Architecture (2016)
- Building with Nature, Architecture China Award (2020)
- Sanlian Lifeweek City for Humanity Awards for Public Contribution (2020)
- UNESCO Asia-Pacific Awards for Cultural Heritage Conservation (2021)
Estas menciones realzan la fuerza de su visión innovadora, su habilidad para conjugar valores tradicionales y contemporáneos, y su compromiso con la esencia local de cada proyecto.
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Legado e influencia de Liu Jiakun
El legado de Liu Jiakun en la arquitectura se expresa en su convicción de que la disciplina debe, ante todo, alentar el bienestar de quienes la habitan.
https://www.youtube.com/watch?v=VWc98ZJXbvQ
Su negativa a emplear métodos puramente industrializados y su preferencia por materiales tradicionales o reciclados reflejan un enfoque comunitario y sostenible.
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Tal y como señala la cita del jurado, Liu: “no busca un lenguaje formal repetido, sino una estrategia que atienda cada proyecto como un mundo en sí mismo”. Esta visión no solo dignifica a las poblaciones locales, sino que hace un llamado a diseñar en sintonía con el entorno natural.
Por su parte, el arquitecto ha comentado:
“La arquitectura debe revelar algo: debe abstraer, destilar y hacer visibles las cualidades inherentes a la gente local. Tiene el poder de moldear el comportamiento humano y crear atmósferas, ofreciendo serenidad y poesía, evocando compasión y misericordia, cultivando un sentido de comunidad compartida”.
Su obra, por tanto, se concibe como un puente entre historia, modernidad y paisaje, un equilibrio que inspira a nuevas generaciones de profesionales a reevaluar el rol social y poético de la arquitectura.
Contribuyendo a la formación y el futuro
Otro componente clave del legado de Liu Jiakun es su trabajo como docente y conferencista en instituciones prestigiosas.
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Ha brindado charlas en la Central Academy of Fine Arts de Beijing (donde es profesor visitante), en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en la Royal Academy of Arts de Londres y en diversos foros de China, Francia y otros países.
Su disposición para transmitir su experiencia y estimular el pensamiento crítico refleja su vocación por formar generaciones comprometidas con la excelencia y la responsabilidad social.
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