A continuación te invitamos a conocer qué hace un paisajista, cuáles son algunas de las principales características del paisajismo y su alcance.
¿Qué hacen los paisajistas?
Las principales tareas de los paisajistas son planificar, diseñar y construir jardines residenciales, parques, plazas, entornos de edificios, paisajes rurales y proyectos de urbanismo.
El paisajismo implica combinar diseño, construcción y arte con un sólido conocimiento del material vegetal, ya que se debe tener una visión de cómo este va a ir cambiando, sus ciclos anuales y su evolución a lo largo del tiempo. Los paisajistas pueden proyectar un paisaje y prever cómo va a interactuar el diseño como sistema orgánico.
Su trabajo también incluye presupuestar y gestionar los proyectos y, luego de terminada la labor, continúa especificando el mantenimiento del material vegetal.
Son los paisajistas quiénes dan a sus clientes las posibilidades en relación con el presupuesto, ya que el costo de las plantas varía mucho según la facilidad de reproducción y rapidez de crecimiento.
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El quehacer del arquitecto paisajista
Las paisajistas diseñan la estética del jardín en relación con la arquitectura, también seleccionan los materiales, estilos, texturas y colores que armonicen con el entorno construido.
Cuando se diseñan jardines residenciales, los clientes tienen requerimientos y gustos muy dispares. En temas estéticos, a veces el cliente viene con un estilo determinado, con el objetivo de recrear algún paisaje de las vacaciones, algunos prefieren un diseño introvertido, otros abrirse, pero siempre surge alguna especie que les recuerda a su niñez o a la casa de la abuela, un recuerdo de un perfume, un color que domine.
Lo más importante en el diseño del jardín es su estructura, la combinación de formas entre árboles, arbustos, herbáceas y trepadoras. El uso del color importa, casi siempre trabajamos con el verde y sus mil matices, pero los cambios fenológicos traen otoñadas, flores, frutos y hojas modificadas que dan estacionalidad y carácter al diseño.
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El paisajista debe tener en cuenta la composición de la familia del cliente, si hay niños, adolescentes o mascotas, también va a cambiar el proyecto. En Uruguay es recurrente que se pida el lugar para jugar al fútbol y otro donde poner una mesa grande para asados.
Después de la pandemia, donde los espacios abiertos fueron clave, se nota una tendencia a incorporar huertas domésticas. Luego de escuchar al cliente, el paisajista tiene que conjugar sus expectativas con las restricciones que nos da el lugar: el tipo de sustrato, el asoleamiento, el viento y la vivienda y sus servicios.
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También se tiene que pensar el proyecto desde dentro de la vivienda, a través de las ventanas para poder diseñar que es lo que sucede afuera.
Se hace necesario desarrollar habilidades de comunicación con los clientes preparando los planos, croquis y perspectivas capaces de expresar las ideas con claridad. Luego, se preparan los planos técnicos que se entregan a los contratistas y supervisores de la obra.
Cada día se usan más programas informáticos especializados y apps para paisajismo que ayudan a la visualización y gestión de los proyectos.
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Los paisajistas trabajan dentro de equipos interdisciplinarios, e idealmente participan en los proyectos en etapas tempranas, logrando así una sinergia en su trabajo con el arquitecto, capaz de retroalimentarse a sí misma.
Estos aspectos se reflejan en detalles y factores como los movimientos de tierra, la ubicación de equipos de riego y la no interferencia de las raíces del material vegetal, que se incorporan con servicios de sanitaria, eléctrica o cimentaciones.
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En tal sentido, el hardscape es parte fundamental del paisajismo: diseñamos e incluimos pavimentos, caminerías, decks, pérgolas, fogones, la piscina, muros, etc.
La iluminación es otro ítem fundamental en el paisajismo, la podemos hacer nosotros al contratar a un iluminador, donde permitimos a los usuarios disfrutar de nuevas sensaciones creando un jardín nocturno totalmente distinto al diurno.
Hay una iluminación utilitaria que resalta caminos y genera lugares a donde ir, pero también una iluminación donde se pondera la belleza de las plantas, sus texturas y sus juegos de sombras.
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Paisajismo natural y conciencia ecológica
Hoy en día está en boga el paisajismo naturalista, que evoca la naturaleza con criterio estético y ecológico, incorporando plantas nativas, que por suerte estamos viendo cada vez más en los viveros comerciales.
Las plantas nativas reducen la cantidad de agua de riego, siendo este un recurso escaso que hay que cuidar y saber manejar: cada vez hay periodos más largos de escasez de agua, pero cuando llueve, cae mucha agua en poco tiempo.
Tenemos que saber controlar la escorrentía del agua dentro del terreno, pudiendo retrasar su salida al incorporar “rain gardens”, canteros que favorecen la infiltración o aprovechar el agua de lluvia acumulándola para riegos futuros.
Incorporando plantas nativas cuidamos nuestra fauna local, favoreciendo la dispersión de los polinizadores, no solo con sus flores como alimento, sino también como refugio. Por ejemplo, hospederas de larvas de mariposas, como el Mburucuyá Passiflora caerulea de la mariposa espejitos o el Tala Celtis ehrenbergiana a la mariposa polibio. Además, los árboles también son fuente de sombra donde los pájaros hacen sus nidos y comen los frutos.
El paisajismo puede usarse de manera ecológica y también como una ayuda para el control térmico de la vivienda. Con los árboles determinamos lugares de sombra, si son caducos y colocados en el lugar correcto pueden dejar pasar el sol en invierno. Los arbustos nos dan privacidad, los canteros estructuran el paisaje. A gran escala, la generación de proyectos de paisajismo para urbanizaciones no se debería limitar a decorar con plantas, sino en generar procesos de diseño con conciencia sustentable.
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Paisaje urbano
Otro de los entornos en los que habitualmente suele trabajar un paisajista es en el paisaje urbano.
A través de la combinación de conocimientos de arte, ciencia y diseño, aplicados en el desarrollo y la conservación de entornos naturales, el paisajista da lugar a espacios que generan nuevas experiencias en ambientes citadinos.
Qué es el paisaje urbano
Se suele referir al paisaje urbano como un tipo de espacio altamente urbanizado, por lo que se lo suele asociar al que ofrecen, por ejemplo, las grandes ciudades. En este sentido, la imagen del paisaje urbano más habitual suele incluir altos edificios de viviendas y oficinas, carreteras y otros elementos relacionados con la infraestructura citadina.
Asimismo, también suelen incluir múltiples espacios públicos y abiertos, como, por ejemplo, parques, plazas y jardines, donde el trabajo del paisajista alcanza especial relevancia.
Cómo funciona el diseño del paisaje urbano
El diseño del paisaje urbano es el acto de tomar un terreno o espacio en específico, por grande que sea, para analizarlo, evaluarlo y embellecerlo. Asimismo, los diseñadores deben centrarse también en mantener y mejorar la funcionalidad y usabilidad del espacio, tanto para humanos como para animales, de una manera rentable, inteligente y sostenible.
No es una tarea sencilla, por lo que el diseño del paisaje urbano combina, además del talento de los arquitectos del paisaje (paisajistas), el de arquitectos convencionales, agrimensores, horticultores y conservacionistas.
Todos trabajan en conjunto para crear un espacio que resuelva un problema, mejore un ambiente y mantenga u optimice el entorno natural, incluidos factores como la vegetación, los cursos de agua y la calidad de vida de sus habitantes.
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El diseño del paisaje urbano está estrechamente relacionado con la planificación. El plan base permite a los diseñadores y propietarios del proyecto descubrir cualquier área problemática y comenzar a tomar decisiones sobre el procedimiento del diseño del paisaje. Luego, los espacios del paisaje se visualizan con planos conceptuales.
Estos planos se utilizan para ayudar a visualizar la ubicación, la topografía y otros detalles que harán a la experiencia. Los diseños preliminares se utilizan para decidir dónde se coloca el material vegetal —como las plantas, los árboles y los arbustos— y cómo se relacionarán las plantaciones con el clima, la exposición al sol, los árboles ya existentes y las estructuras actuales.
La redacción conduce a la ejecución del paisajismo. Las características del hardscape, como cercas, cenadores, glorietas y edificios, se agregan con dimensiones. Se definen las ubicaciones de las plantas y las camas y toda el área comienza a cobrar vida.
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La perspectiva y los servicios de un paisajista
Hay un preconcepto que el servicio del paisajista es caro, pero eso no es así si tomamos en cuenta que trabajamos con seres vivos, que si están mal ubicados se mueren, cuando el cliente no tiene experiencia, suceden cosas como que van al vivero de compras y después no saben qué hacer con las plantas, o que ubican un árbol invasivo cerca de la vivienda que les levanta los cimientos.
Contratar un paisajista que arme un plan es clave. Muchas veces, luego de definido el diseño, definimos etapas de construcción, ya que muchas veces, cuando ingresamos a una obra del cliente, este está concentrado en terminar con la construcción de la vivienda, y nos pide gestionar en el tiempo el proyecto y dirección de obra.
Finalmente, un paisajista va a armar el mejor proyecto en base a tus necesidades y conseguirá hacer el jardín o el espacio exterior más adecuado a tus sueños. Y si estas razones no son suficientes, contratar a un paisajista aumenta el valor de la vivienda siendo una de las mejores inversiones, ya que agrega hasta un quince por ciento a su valor de venta.
La confluencia de todos los saberes en los que se forma el paisajista y su experiencia desembocan en una práctica profesional e integral que tiene como objetivo embellecer y dar funcionalidad a un espacio mediante la comprensión y la modificación de la naturaleza y el espacio, sin provocar impactos medioambientales, propiciando estilos de vida más agradables, conscientes y saludables.
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